Hombre travesti y mujer follan en probador eligiendo lencería sexy

Sara estaba atendiendo una de las cajas en una tienda de lencería de Victoria’s Secret cuando una mujer increíblemente sexy entró en el establecimiento. El corazón de Sara comenzó a latir más rápido y sus ojos observaban a la sexy mujer mientras se dirigía a la zona de la nueva colección de ropa interior sexy. Los ojos de la mujer se encontraron con la mirada de Sara y mantuvieron el contacto durante unos segundos. El cuerpo de Sara se excitó ligeramente y salió del mostrador para saludar y ayudar a esta clienta tan atractiva.

“Hola. Bienvenida. Mi nombre es Sara. ¿Puedo ayudarte en algo?” Sara tenía una voz muy dulce, e intento sonar a la vez seductora, con su tono y con su lenguaje corporal.

“Ah, sí Sara. Estoy buscando una talla concreta de este conjunto de bragas y sujetador.” Explicó la mujer sonriendo a Sara. “Por cierto, mi nombre es Pilar”, añadió sin dejar de sonreir.

“Claro, Pilar, si vienes conmigo, te muestro los que tenemos en este pasillo. No tenemos todos en la zona principal, sólo unos cuantos conjuntos de cada tipo.” Le explicó Sara, y le puso la mano sobre la espalda a Pilar. Su cuerpo sintió de nuevo excitación al tocarla. Notó ligeramente cómo sus bragas de humedecían. Mientras conducía a Pilar dentro de la tienda, le indicó con gestos a una compañera que iba a estar ocupada con una clienta. Y se aseguró de ir contoneando el culo de forma atractiva mientras Pilar iba detrás de ella.

Sara cogió el conjunto sexy que Pilar le había pedido y también otro modelo. “Creo que deberías probártelos cariño. Y creo que este conjunto quedaría espectacular en tu atractivo cuerpo.” Sugirió Sara. “Es el que yo llevo puesto.” Sara sonrió mientras se levantaba la minifalda y mostraba que llevaba esas mismas bragas sexys.

“Mmmmmm, muy bonito.” Sonrió Pilar. Y comenzó a sentir un hormigueo en el coño. “Gracias por tu ayuda Sara, te agradezco que me hayas acompañado a encontrar lo que estaba buscando.” Pilar comenzaba a darse cuenta de lo que estaba pasando y sintió que la sonrisa de Sara y su personalidad estaban consiguiendo seducirla.

“Mira, podemos usar este probador. Es bastante grande.” Ofreció Sara. Pilar pasó por delante de ella mientras le sujetaba la puerta. Sara esperaba escuchar la pregunta clave,y así fue.

“¿Entras conmigo?” Pilar sonrió pícaramente. El cuerpo de Sara sintió de nuevo una ola de calor y hormigueo. Entró al probador y cerró la puerta tras de sí. Se giró hacia Pilar y se quitó la camiseta. ¡Sus tetas eran hermosas! Firmes y asomando por encima de un sujetador de seda azul. Sara colgó los conjuntos de lencería en una percha y observó a Pilar desabrocharse el sujetador y dejar libres sus tetas sexys y turgentes.

“Oh,cariño, eres tan atractiva.” Dijo suavemente Sara. Pilar se puso colorada de vergüenza, llamando así aún más la atención de Sara.

“Déjame ayudarte preciosa.” Ofreció Sara amablemente. Le dio el sujetador a Pilar y se puso tras ella. Las copas del sujetador se ajustaban perfectamente su atractivo pecho. Sara ayudó a abrochar el sujetador, deslizó sus manos alrededor del cuerpo de Pilar para cogerle firmemente las tetas y ajustar el sujetador. Pilar soltó un pequeño gemido de excitación y se preguntó cuál sería la reacción de Sara.

“¿Quieres probarte las bragas?” Le susurró Sara suavemente desde detrás. Un poco nerviosa dijo que sí y se bajó los vaqueros mostrando a Sara un tanga a conjunto con el sujetador azul. A Sara le entraron ganas de abalanzarse sobre Pilar y besarla y meterle mano mientras miraba su culo perfecto adornado con el tanga de seda azul.

Pilar estaba más nerviosa que nunca y bastante excitada. Contuvo su respiración mientras sujetaba la goma del tanga con sus pulgares y bajaba lentamente su ropa interior. Sara tenía las bragas nuevas en la mano y las mantenía abiertas para ayudarla.

“Nunca he tenido este servicio antes Sara.” Indicó Pilar mientras sentía su coño húmedo.

“Estoy aquí para satisfacer a mis clientes.” Respondió dulcemente Sara.

Una vez que los paintys estaban a la altura de los tobillos de Pilar, Sara los deslizó lentamente por sus largas piernas. Podía oler los genitales de Pilar, ya que su cara estaba tan sólo unos centímetros. Pudo admirar su coño afeitado y notar unas pequeñas gotas salir de sus labios. Terminó de subir las bragas y los dedos de Sara tocaron la piel de Pilar, haciendo a ambas sentir un pequeño cosquilleo por todo el cuerpo. Dejó una de sus manos sobre la cadera mientras ojeaba cómo le quedaba el conjunto completo.

Sara podía sentir que Pilar respiraba más rápido y sabía que era el momento de dar un paso más. Se inclinó hacia ella y le pasó la mano por el pelo. Pilar cerró los ojos. Sara le dio un beso suave que duró unos segundos.

“Creo que hemos encontrado el conjunto perfecto para ti, preciosa.” Susurró Sara mientras bajaba la mano y la metía dentro de las bragas, sintiendo el coño caliente de Pilar. Ella entonces no pudo resistirse más y comenzó a besar a Sara apasionadamente. Ambas comenzaron a gemir y comenzaron a entrelazar sus lenguas. Su mano seguí frotándole el clítoris y su vagina iba poniéndose cada vez más húmeda. El olor a sexo iba impregnando todo el espacio.

“¡Mmmmm, cariño, eres tan sexy!” dijo Sara rompiendo el beso y descendiendo con sus labios por el cuerpo de Pilar. Cogió sus tetas y le bajó el sujetador, dejando al descubierto sus duros pezones. Pilar trató de no gemir demasiado alto mientras le comían las tetas. La compañera de trabajo de Sara alzó la vista y se acercó a cerrar la puerta de entrada a los probadores.

Pilar fue desabrochando los botones de la blusa de Sara hasta que la abrió por completo. Su boca no se separaba de sus pequeñas y sexys tetas, sentía mucha pasión, Sara entonces se puso de rodillas, le bajó las bragas hasta la mitad de sus muslos y acercó su cara al coño de Pilar. Comenzó entonces a lamer y chupar el coño de aquella mujer tan sexy, haciéndola gemir de placer e intentar agarrarse algo para liberar tanta tensión sexual. La corrida a chorro de Pilar cubrió la lengua de Sara, que no paraba de comerle el coño. Su extraordinario sabor le daba ganas de seguir y seguir chupándoselo.

El cuerpo de Pilar sentía la lujuria de aquel inesperado encuentro sexual, justo en el momento en que Sara le metía el dedo en el coño. Sintió su cuerpo empujar hacia abajo mientras Sara empujaba hacia arriba. Movió el dedo y su lengua más rápido y ella empujaba hacia abajo follándose el dedo. Finalmente Sara ralentizó el ritmo, dejando a su sexy cliente recuperarse un poco. Los ojos de Pilar tenían una mirada ardiente. Entonces le bajó la falda a Sara hasta los tobillos, le metió las manos en las bragas. Entonces fue Sara la que empezó a ponerse nerviosa.

“Cariño, espera, necesito decirte…! intentó explicarle Sara. Era demasiado tarde, ya que Pilar le estaba bajando la ropa interior. Entonces su dura polla se liberó.

“¡Oh, dios mío!”, gritó Pilar.

Hubo un momento de silencio Sara se disculpó. “Lo siento, siento no habértelo dichooooo”, intentó decir, mientras Pilar se agachaba para meter la polla en su boca. Sara estaba excitadísima, y Pilar había comenzado a hacerle una mamada de 10. Frotó la polla palpitante de Sara entre sus labios mientras le miraba a los ojos. “No me importa, estoy tan cachonda y tan salida, y tú estás tan buena…” Admitió Pilar antes de meterse de nuevo la polla enla boca.

Ahora parecía que Pilar tenía el control de la situación, y empujó a Sara hacia el banco y le abrió las piernas. Comenzó a meterse el dedo en el coño, disfrutando de que Sara la mirase. Una vez que se corrió y sus dedos estaban llenos de fluidos vaginales, se arrodilló de nuevo y siguió comiéndole la polla a Sara y comenzó a acariciar el ano de Sara y le metió un dedo.

“Mmmmm, ¿esto te gusta?” Preguntó mientras le metía otro dedo más.

“Ohhhh, sí, hazme un dedo en el culo, ¡follámelo!” Sara nunca habría pensado que esta mujer sería tan guarra. La forma de hacerle una mamada era espectacular, además, la combinación con su dedo estimulando su ano le tenía a punto de explotar.

“¡Mmmmmm, me voy a correr Pilar!” Anunció, mientras los dedos de Pilar seguían dando en su punto especial y su lengua se movía alrededor de la glande de su miembro viril. Pilar sólo pudo gemir cuando la corrid aterrizó en su boca y la llenó. Lentamente dejó salir su polla y se levantó para besar a Sara y compartir su corrida con ella.

“Por hacerme descubrir sola que tienes polla.” Incicó Pilar, mientras acercaba su sucio dedo a la boca de Sara. “Déjalo limpio.” Sara obecedió sin dudarlo.

La polla de Sara no bajo la erección por completo, al levantarse y girar a Pilar. “Ahora volvemos a lo que realmente quiero cariño.” Susurró a Pilar. Le dio un azote juguetón al culo de Pilar y le separó los cachetes. Pilar gemía como una zorra sexy mientras Sara le chupaba los genitales. Su  lengua empezaba en su coño caliente y terminaba en el agujero negro de su ano.

“Mmmmmm, sabes tan rica Pilar.”

“¡Oh, fóllame puta! ¡Follame el coño ya!” Pedía Pilar mientras meneaba su culo delante de la cara de Sara.

Sara finalmente le concede su deseo y apunta con su polla a la vagina de Pilar. La piel caliente de sus labios derrite a Sara mientras le introduce su pene erecto y palpitante. Sara le agarra a Pilar de las caderas y comienza a follársela.

“Mmmmmm, cariño, ¡qué buena estás, cómo me pone estar dentro de ti!” Sara gime mientras se la folla.

“Oh, fóllame. ¡Tienes la polla taaaan dura!

Pilar no puede creer que ha sido seducida por una puta travesti. No sinte vergüenza ni se arrepiente, mientras su coño se corre con la polla de Sara dentro. Sara no puede dejar de admirar su bonito y sexy culo. Entonces Pilar aprieta más fuerte hacia atrás, metiéndose la polla más dentro del coño.

“Mmmmmm, ahora zorra, ¡ahora!” Grita Sara mientras se corre dentro de Pilar. Ambas chicas gimen y gritan a la vez que su semen inunda ese coño tan caliente. Y se agacha y comienza a besarle el cuello.

“Gracias cariño. Te deseaba desde el momento en que te he visto entrar por la puerta.”

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